Venía cumpliendo de nuevo una floja actuación en su cruce ante Chaco For Ever al punto que perdía 1 a 0 y de golpe los problemas de Patria pasaron a otro plano. Desde el sector de su hinchada cayeron piedras al campo de juego y el árbitro Martín Mendoza determinó la suspensión a los 16 minutos del segundo tiempo por falta de garantías.
Cuando el pedido, el reclamo o la exigencia era que este Patria dé una muestra clara que no se olvidó de ser el equipo que fue en el Apertura, llegó una respuesta inesperada y no desde el campo de juego hacia fuera, al revés. Un grupo de gente en la hinchada del Decano dejó ver que la ansiedad por revertir el momento los tenía dominados, incluso desde antes que los equipos salgan al campo y por allí llegó esa respuesta inesperada. Esa intolerancia terminó siendo el gran rival de Patria en la tarde que era de fútbol ante Chaco For Ever, porque a los 16 del segundo tiempo llovieron piedras al campo de juego y el árbitro Martín Mendoza decidió suspender todo.
De poco sirvieron los reclamos de los jugadores de Patria y hasta de sus dirigentes que se metieron al campo para pedirle explicaciones al juez. Es que la verdad que no le quedó otra alternativa a Mendoza que ya en el primer tiempo se vio en la obligación de interrumpir el partido por problemas en las tribunas y ya había advertido a Rolando Espinoza, capitán de Patria, que si caía una piedra más, se suspendía.
Entonces esa esperada respuesta estrictamente futbolística terminó enterrada. Patria a esa altura perdía el partido 1 a 0 con una actuación acorde a lo que viene mostrando en este Clausura y ahora, cuando el Tribunal de Penas resuelva, no solo se quedará sin posibilidades de clasificar en este Clausura, sino que también deberá cruzar los dedos para no recibir un castigo pesado, como podría ser que le impidan jugar de local en el Antonio Romero. Y no hay que olvidarse que a este Clausura le queda solo una fecha y que la próxima vez que Patria tenga que salir a la cancha de local será para afrontar un partido de la instancia final. Con esto que pasó ayer, nadie puede asegurar que ese compromiso lo jugará en Formosa.
La gran pregunta que quedó flotando es ¿porqué tal nivel de intolerancia de esos hinchas locales? Lo que quedó claro es que esto tuvo que ver con un grupo de los hinchas y no con los que se identifican con La Mafia Decana. Y también, y como historia muy de fondo, que el operativo policial le dejó la mesa servida a los que tenían ganas de plantear este escenario de violencia.
Apenas suspendido el partido, gente de la facción “oficial” de la hinchada llegó hasta los dirigentes de Patria para comentar que ellos no tenían que ver con esa acciones violentas y reclamaban porque no se trabajó de la mejor forma para prevenir lo que luego ocurrió.
En la previa había dos situaciones que salieron a la luz rápido, relacionadas con los hinchas. Primero que tenían “ganas” de verse con los chaqueños porque en la pasada visita a Resistencia fueron agredidos. La segunda que tenía que ver con el momento del equipo. Nadie en Patria está feliz por como le va en este Clausura y los hinchas tampoco.
Estas dos situaciones templaron el estado de ánimo en la popular. Por eso no extrañó que apenas ingresaron los chaqueños a su sector comenzaron a volar proyectiles ante la falta de previsión de la fuerza de seguridad que no tenía nada de personal en el pulmón que separa a los sectores populares. Ese fue el primer foco de conflicto que anunciaba lo que se iba a venir, pero quedó claro que los que debían trabajar para evitar más problemas, nunca intuyeron esto.
Cuando el partido se puso en marcha y apenas se habían jugado 3 minutos, el árbitro santafecino paró el juego cuando fue advertido por su asistente Sergio González que caían piedras desde el sector de la popular local. Hizo llamar al jefe del operativo policial, le explicó lo que ocurría, lo que necesitaba para tener las garantías y seguir con el espectáculo y aunque todo continuó, estaba latente que la violencia podía resurgir.
Se fueron los 45 minutos y en el entretiempo más conflicto con las dos hinchadas agrediéndose con piedras aprovechando la falta de previsión. Este momento se frenó cuando la policía retiró de la zona a los hinchas visitantes pero cuando el partido se reanudó y For Ever se puso 1 a 0, la popular local mostró que ya había perdido la paciencia con los suyos. Así sobre los 11 un hincha local saltó a la cancha con una bandera pero sin agredir a nadie y luego se retiró sin problemas. Era una nueva muestra que el operativo de seguridad estaba fallando por todas partes. Hasta que a los 16 el árbitro no encontró más razones para continuar. Caían más piedras al campo y luego de haberle pedido a los jugadores locales que le adviertan a su gente que si caía una piedra más se terminaba, cumplió. Ya no había razones para reclamarle si había actuado apresurándose o no. Estaba muy claro que hubo un grupo de gente que tenía ganas de perjudicar a este Patria y nadie hizo nada para que ellos ganen ese partido que tenían ganas de jugar.
fte: diario la mañana
domingo, 18 de abril de 2010
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